La fragilidad, el deterioro cognitivo y la velocidad de marcha están interrelacionados y son aspectos clave en la evaluación de la salud en personas mayores. Te explico cómo se conectan estos conceptos:
Fragilidad:
La fragilidad es un síndrome geriátrico caracterizado por la disminución de las reservas fisiológicas y la resistencia frente al estrés. Las personas frágiles tienen un mayor riesgo de sufrir caídas, discapacidades y otras complicaciones de salud. Se asocia con pérdida de fuerza muscular, fatiga, disminución de la actividad física y pérdida de peso no intencional.
Deterioro cognitivo:
El deterioro cognitivo abarca desde leves dificultades en la memoria y el pensamiento (deterioro cognitivo leve) hasta trastornos más graves como la demencia. Las personas mayores frágiles son más susceptibles al deterioro cognitivo debido a la reducción en la capacidad del cuerpo para mantener la homeostasis. Además, el deterioro cognitivo puede agravar la fragilidad, ya que afecta la capacidad de la persona para cuidar de sí misma y participar en actividades que mantienen su salud física.
Velocidad de marcha:
La velocidad de marcha es un indicador importante del estado de salud general en las personas mayores. Es una medida simple pero eficaz de la movilidad y puede predecir el riesgo de fragilidad y deterioro cognitivo. Una marcha más lenta se asocia con un mayor riesgo de fragilidad, caídas y problemas cognitivos. Específicamente, una velocidad de marcha reducida puede ser un signo precoz de deterioro cognitivo, incluso antes de que se manifiesten síntomas claros de problemas mentales.
Interrelación:
– Fragilidad y velocidad de marcha:* La fragilidad afecta directamente la velocidad de marcha, ya que las personas frágiles suelen experimentar debilidad muscular, falta de equilibrio y reducción de la capacidad aeróbica, lo que las hace caminar más lentamente.
– Deterioro cognitivo y velocidad de marcha:
El deterioro cognitivo también afecta la velocidad de marcha. Los estudios sugieren que una marcha más lenta puede ser un signo temprano de problemas cognitivos, y las personas con demencia a menudo tienen dificultades para mantener una marcha rápida y coordinada.
– Fragilidad y deterioro cognitivo:
Existe una relación bidireccional. Las personas frágiles tienen mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo, y el deterioro cognitivo acelera la progresión de la fragilidad al afectar la movilidad, el equilibrio y la capacidad de llevar a cabo actividades cotidianas.
Evaluación:
La velocidad de marcha se ha utilizado como una herramienta de evaluación rápida para identificar a personas mayores en riesgo de fragilidad o deterioro cognitivo. Caminar menos de 0.8 metros por segundo es una señal de alerta en la evaluación geriátrica. Este parámetro se considera una prueba sencilla, rápida y económica que puede ayudar a los profesionales de la salud a tomar decisiones sobre intervenciones.
En resumen, la fragilidad, el deterioro cognitivo y la velocidad de marcha están estrechamente vinculados, y evaluar la marcha puede ser clave para detectar y manejar ambos problemas en las personas mayores.
FUENTES:
1. Fried LP, Tangen CM, Walston J, et al.* (2001). «Frailty in Older Adults: Evidence for a Phenotype.» The Journals of Gerontology Series A: Biological Sciences and Medical Sciences, 56(3), M146-M157.
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3. Studenski S, Perera S, Patel K, et al.* (2011). «Gait speed and survival in older adults.» JAMA, 305(1), 50-58.
4. Buchman AS, Boyle PA, Wilson RS, et al.* (2007). «Pulmonary function, muscle strength, and the risk of incident Alzheimer’s disease.» Age and Ageing, 36(1), 28-33.
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