FRAGILIDAD Y AYUDAS TÉCNICAS

Las ayudas técnicas en los adultos mayores se utilizan cuando empiezan a experimentar dificultades para realizar actividades de la vida diaria de manera independiente, segura o eficiente. Estas dificultades pueden deberse al envejecimiento natural, a enfermedades crónicas, o a situaciones que limitan su movilidad, fuerza, coordinación o agudeza sensorial. Aquí algunos momentos clave para considerar el uso de ayudas técnicas:

1.-Pérdida de movilidad

   Cuando el adulto mayor comienza a tener problemas para caminar, subir escaleras o moverse sin dolor o dificultad, las ayudas como bastones, andadores o sillas de ruedas pueden ser esenciales para evitar caídas y aumentar su independencia.

2.-Dificultad para mantener el equilibrio

   Si la persona presenta un mayor riesgo de caídas o siente inseguridad al estar de pie, caminar o moverse, el uso de dispositivos como barras de apoyo o bastones puede reducir el riesgo de caídas y lesiones.

3.-Fuerza y coordinación reducidas

   La pérdida de fuerza muscular o de destreza manual puede dificultar tareas como vestirse, comer, bañarse o usar utensilios. Las ayudas técnicas adaptadas, como utensilios de cocina especiales, asientos elevados en baños, o dispositivos para vestirse, son útiles en estos casos.

4.-Problemas de visión o audición

   Los adultos mayores con pérdida de agudeza visual o auditiva pueden beneficiarse de dispositivos como audífonos, lentes con mayor graduación o lupas para leer, así como sistemas de amplificación en teléfonos o televisores.

5.-Dificultad para realizar actividades básicas

   Cuando un adulto mayor tiene problemas para realizar actividades básicas de autocuidado, como levantarse de la cama, sentarse en una silla, o entrar y salir de la bañera, dispositivos como asientos elevados, grúas de transferencia o adaptadores para el baño pueden ser recomendables.

6.-Enfermedades crónicas o degenerativas

   Condiciones como la artritis, el Parkinson o la esclerosis múltiple, que afectan el movimiento o la funcionalidad, suelen requerir el uso de ayudas técnicas para mantener la calidad de vida del adulto mayor.

7.-Prevención de caídas o accidentes

   Si el adulto mayor ha sufrido una caída o está en riesgo de caerse, la instalación de pasamanos, barras de seguridad en el baño, y superficies antideslizantes puede ser esencial para su seguridad.

8.-Deterioro cognitivo

   En casos de deterioro cognitivo leve o moderado, como el Alzheimer, pueden usarse ayudas técnicas como relojes recordatorios, sistemas de localización GPS o teléfonos con marcaciones sencillas para facilitar la autonomía del adulto mayor.

EVITAR O NO EL USO DE AYUDAS TÉCNICAS

Evitar el uso de ayudas técnicas en los adultos mayores puede ser posible en algunos casos, pero requiere una atención preventiva integral centrada en promover su salud y funcionalidad. No obstante, es importante recordar que el uso de ayudas técnicas no siempre es negativo, ya que pueden mejorar la calidad de vida y mantener la independencia. Sin embargo, si el objetivo es retrasar o evitar su uso, aquí te presentamos algunas estrategias clave:

REALIZAR VALORACION DE FUNCIÓN FÍSICA

Hoy contamos con herramientas digitales simples, útiles, fiables. Validadas para la práctica clínica diaria que permiten un seguimiento continuo mediante el registro de evaluaciones (VM, SPPB, BARTHEL). Esto facilita planificar intervenciones personalizadas y brinda información clave sobre la evolución tras las acciones implementadas.

La valoración de la función física del mayor con el pasillo de marcha Speed-Age, nos dará información del estado en el que se encuentra y nos ayudará a saber exactamente las recomendaciones más acertadas para mejorar la calidad de vida de la persona.

DIVULGACIÓN, RECOMENDACIÓN Y PRESCRIPCIÓN

Estos tres conceptos son claves para la promoción de hábitos saludables, la intervención temprana y el manejo adecuado de las necesidades de las personas. El objetivo es educar tanto a los propios adultos mayores como a sus familias y cuidadores sobre la importancia de llevar un estilo de vida saludable, realizar valoraciones preventivas u adoptar medidas para evitar o recuperar la pérdida de función física.

A continuación te detallamos como evitar o prevenir el estado de fragilidad y poder llegar a una edad muy avanzada con calidad de vida:

1.Promover la actividad física regular

   -Ejercicio adaptado: Fomentar una rutina de ejercicios que mejore la fuerza muscular, el equilibrio, la flexibilidad y la resistencia puede ayudar a prevenir el deterioro físico. Actividades como caminar, nadar, ejercicios de resistencia o yoga para personas mayores pueden ser efectivas.

   -Ejercicios de equilibrio: El entrenamiento del equilibrio, como el Tai Chi o ejercicios específicos, es crucial para reducir el riesgo de caídas y mejorar la estabilidad.

2. Nutrición adecuada

   – Dieta balanceada: Mantener una dieta rica en nutrientes, especialmente en proteínas, calcio, vitamina D y antioxidantes, es fundamental para la salud ósea y muscular, lo que puede ayudar a mantener la movilidad y la fuerza.

   – Hidratación: Asegurarse de que los adultos mayores consuman suficiente agua es importante para mantener la salud general y la función muscular.

3. Prevención de caídas

   – Adaptar el entorno: Mantener un entorno seguro en el hogar es fundamental. Instalar superficies antideslizantes, eliminar obstáculos, asegurar buena iluminación, y usar calzado adecuado puede reducir el riesgo de caídas, evitando así la necesidad de ayudas técnicas.

   – Evaluar la visión y audición: Realizar chequeos regulares de la visión y audición puede prevenir accidentes y mejorar la seguridad general.

4. Atención médica preventiva

   – Tratamiento de enfermedades crónicas: Mantener un control adecuado de enfermedades como la artritis, diabetes o hipertensión es esencial para evitar el deterioro físico que puede requerir el uso de ayudas técnicas.

   – Chequeos regulares: Realizar visitas periódicas al médico para evaluar el estado general de salud y detectar problemas a tiempo.

5. Fortalecimiento cognitivo

   – Estimulación mental: Participar en actividades cognitivas como leer, resolver rompecabezas o socializar puede contribuir a mantener una mente activa, lo que a su vez favorece la independencia y el bienestar general.

6. Mantener un peso saludable

   – Control del peso: El sobrepeso o la obesidad pueden sobrecargar las articulaciones y los músculos, lo que aumenta el riesgo de necesitar ayudas para la movilidad. Un peso adecuado reduce esta carga y mejora la movilidad.

7. Fisioterapia preventiva

   – Rehabilitación temprana: Si hay signos tempranos de debilidad muscular o problemas de movilidad, un fisioterapeuta puede diseñar programas preventivos para fortalecer el cuerpo y evitar la dependencia de ayudas técnicas.

   – Terapia ocupacional: Esta especialidad puede enseñar a los adultos mayores técnicas para mejorar la ejecución de actividades diarias, optimizando su independencia sin necesidad de dispositivos.

8. Mantener una vida social activa

   – Apoyo social: La interacción con otras personas y la participación en actividades sociales promueve el bienestar físico y mental, lo que ayuda a los adultos mayores a mantenerse activos e independientes.

9. Control de enfermedades osteomusculares

   – Cuidado de las articulaciones**: Prevenir el desgaste prematuro de las articulaciones a través de ejercicios adecuados, buena postura, y evitar actividades de alto impacto es clave para mantener la movilidad.

10. Uso de suplementos si es necesario

   – Suplementos nutricionales: En casos donde la dieta no es suficiente, el uso de suplementos como vitamina D, calcio o proteínas, bajo supervisión médica, puede ayudar a mantener la salud ósea y muscular.

La prevención del uso de ayudas técnicas en los adultos mayores implica una atención proactiva y multifacética. La clave es adoptar un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular, buena alimentación, revisiones frecuentes y un entorno seguro. Sin embargo, es fundamental aceptar que, en algunos casos, el uso de ayudas técnicas puede ser inevitable y puede mejorar significativamente la calidad de vida del adulto mayor.

AYUDAS TÉCNICAS PARA LOS ADULTOS MAYORES FRÁGILES

Las ayudas técnicas son dispositivos y adaptaciones diseñados para ayudar a las personas mayores a mantener su independencia y mejorar su calidad de vida, especialmente aquellas que experimentan fragilidad. Estas ayudas pueden ser de gran beneficio para reducir el riesgo de caídas, facilitar la movilidad, y asistir en las actividades diarias. Algunos ejemplos de ayudas técnicas para adultos mayores frágiles incluyen:

              1.  Bastones y Andadores: Estos dispositivos proporcionan soporte adicional al caminar, mejorando la estabilidad y reduciendo el riesgo de caídas. Los andadores con ruedas son particularmente útiles para personas con movilidad reducida o debilidad en las piernas.

              2.  Sillas de Ruedas y Scooters Motorizados: Para adultos mayores que tienen dificultad significativa para caminar, las sillas de ruedas manuales o eléctricas y los scooters motorizados pueden ser una solución efectiva para mantener la movilidad y la independencia.

              3.  Asientos de Ducha y Barras de Apoyo: En el baño, los asientos de ducha y las barras de apoyo instaladas en las paredes pueden ayudar a prevenir caídas y proporcionar un apoyo adicional durante el baño o al usar el inodoro.

              4. Elevadores de Inodoro y Dispositivos de Transferencia: Estos ayudan a los adultos mayores a levantarse y sentarse con mayor facilidad, reduciendo el esfuerzo físico y el riesgo de caídas.

              5. Dispositivos de Ayuda para Vestirse y Alimentarse: Herramientas como calzadores largos, abotonadores y utensilios de cocina adaptados facilitan las tareas cotidianas para las personas con movilidad o destreza reducidas.

              6. Camas Ajustables y Elevadores de Piernas: Las camas que se pueden ajustar electrónicamente y los elevadores de piernas pueden ayudar a los adultos mayores a cambiar de posición en la cama más fácilmente y mejorar la comodidad durante el descanso.

              7.  Tecnología Asistiva: Incluye dispositivos como teléfonos con botones grandes, sistemas de alerta de emergencia, y monitores de actividad que pueden proporcionar seguridad adicional y facilitar la comunicación.

Importancia de las Ayudas Técnicas

El uso de ayudas técnicas en adultos mayores frágiles es crucial porque:

              •  Previene caídas y lesiones: Al proporcionar soporte adicional y mejorar la estabilidad, muchas ayudas técnicas reducen significativamente el riesgo de caídas, una de las principales causas de lesiones y pérdida de independencia en los adultos mayores.

              •  Promueve la independencia: Facilita la realización de actividades cotidianas sin la necesidad constante de ayuda de terceros, lo que contribuye al bienestar psicológico y la autoestima.

              •  Mejora la calidad de vida: Ayuda a mantener la movilidad, la autonomía y la capacidad para participar en actividades sociales y recreativas, lo cual es fundamental para el bienestar emocional y social.

En conclusión, las ayudas técnicas son herramientas esenciales para apoyar a los adultos mayores frágiles, permitiéndoles vivir de manera más segura y autónoma, y mejorando su calidad de vida en general.