¿Qué relación hay entre microbiota y fragilidad?

La evidencia actual muestra que una microbiota intestinal desequilibrada puede afectar negativamente la salud física, cognitiva y metabólica del adulto mayor, aumentando su riesgo de volverse frágil. Estas son las principales formas en que ocurre:

  • Inflamación crónica de bajo grado
    El desequilibrio de la microbiota (disbiosis) puede favorecer un estado inflamatorio persistente (inflammaging), que está directamente relacionado con la pérdida de masa muscular (sarcopenia), la disminución de fuerza y resistencia, y el deterioro funcional.

  • Alteración de la absorción de nutrientes
    Una microbiota dañada puede interferir con la absorción de proteínas, vitaminas del grupo B, vitamina K, hierro y calcio, todos fundamentales para mantener masa muscular, salud ósea y función neurológica.

  • Producción reducida de metabolitos beneficiosos
    Bacterias intestinales sanas producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como el butirato, que tienen un efecto antiinflamatorio y protector sobre el músculo, el sistema inmune y el sistema nervioso central. Su déficit puede aumentar el riesgo de fragilidad.

  • Mayor riesgo de infecciones y uso de antibióticos
    Una microbiota alterada aumenta la susceptibilidad a infecciones, lo que puede provocar hospitalizaciones, inmovilización y pérdida funcional, factores que precipitan o agravan la fragilidad.

  • Relación con el eje intestino-cerebro
    La disbiosis también puede influir en el estado cognitivo y emocional, que son factores asociados a la fragilidad (como la presencia de depresión o deterioro cognitivo leve).

📚 Evidencia científica

  • The Gut-Muscle Axis (2021, Nature Reviews)
    Relaciona directamente el estado de la microbiota con la función muscular y la sarcopenia.
  • The role of the gut microbiota in frailty (Frontiers in Medicine, 2022)
    Se encontró que los mayores frágiles presentan menor diversidad microbiana y un perfil más proinflamatorio.
  • Microbiota and aging (Cell Host & Microbe, 2019)
    Se establece que cambios negativos en la microbiota con la edad predisponen a enfermedades crónicas, debilidad y deterioro funcional.

✅ Conclusión

Una microbiota intestinal no saludable puede contribuir significativamente al desarrollo y agravamiento de la fragilidad en adultos mayores. Por eso, el cuidado digestivo a través de la dieta, probióticos, prebióticos y reducción de fármacos agresivos para el intestino es una estrategia preventiva y terapéutica clave en el abordaje de la fragilidad.