¿Quién dijo que era tarde para disfrutar la vida?
Hay imágenes que hablan por sí solas.
Personas mayores activas, decididas, llenas de vida.
No están desafiando el tiempo.
Están demostrando que envejecer no significa rendirse.
Porque la vitalidad no desaparece con la edad, simplemente necesita estímulos:
movimiento, motivación y apoyo.
Y sí, también se entrena.
La fuerza, el equilibrio, la energía…
Pero sobre todo, las ganas de seguir eligiendo cómo vivir.
Desde la farmacia, desde el centro de salud o desde casa, podemos acompañar a los mayores en ese camino.
Pero no olvidemos algo importante:
el papel de los hijos es clave.
A veces creemos que cuidar es sobreproteger.
Pero cuidar también es empujar suavemente hacia la vida activa, hacia la autonomía, hacia la ilusión.
Es confiar en que todavía pueden, y demostrarles que no están solos.
Porque la longevidad no es solo vivir más.
Es vivir mejor.
Y eso también se construye en familia.
Gracias a Rafa por cederme esta foto tan espectacular, pero sobre todo, GRACIAS A PEDRO Y M. DEL PILAR por transmitir esa fuerza, buen rollo, actitud y ganas de vivir!