LA IMPORTANCIA PROGRESIVA CRECIENTE, NO SOLO DE PROLONGAR LA VIDA, SINO TAMBEN DE MEJORAR SU CALIDAD.
Este es el foco sobre el estudio de las causas, las consecuencias y los posibles abordajes de la discapacidad, el principal factor asociado a la pérdida de calidad de vida. Este cambio de paradigma ha modificado, y lo hará aún más en el futuro, los modelos de la práctica profesional, incluida la investigación. A este respecto cabe hacer notar que los factores asociados a una mayor longevidad no tienen que ser necesariamente los mismos ligados a una menor tasa de discapacidad o fragilidad. Más aún, algunos datos apuntan justamente a lo contrario. Así, es conocido que las mujeres tienen una mayor expectativa de vida pero una mayor tasa de discapacidad. Potencialmente ligado a la complejidad de este fenómeno, aunque los estrógenos prolongan la supervivencia por su efecto antioxidante, también parecen asociarse, al mismo tiempo, a un mayor riesgo de fragilidad en mujeres posmenopáusicas.
Cuando se trabaja con temas tan complejos como son el envejecimiento y sus consecuencias, los abordajes tradicionales fracasan por simplistas. Solo desde el enfoque multidisciplinario, colaborativo y complementario cabe responder a preguntas de investigación relevantes para el envejecimiento y para los propios ancianos.
Un mayor conocimiento de los mecanismos básicos, de las enfermedades crónicas y/o de los problemas de salud que son muy prevalentes en el anciano y de sus características epidemiológicas ofrece la posibilidad de llegar a comprender el proceso del envejecimiento y sus consecuencias. Además, este conocimiento abre el camino a potenciales intervenciones que incidan sobre el bienestar de las personas mayores, de forma que se posponga el desarrollo del DETERIORO FUNCIONAL.
El proceso del envejecimiento tiene sus peculiaridades, por lo que la investigación sobre el mismo también presenta sus propias características. Como objetivo, el fin último de esta investigación es conseguir un envejecimiento libre de incapacidades, una vejez AUTÓNOMA E INDEPENDIENTE. Es decir, el objetivo no es el aumento de la esperanza de vida ni la longevidad a toda costa, sino mejorar la salud de la población anciana.