La importancia de una deglución eficaz en los adultos mayores
La deglución es un proceso altamente coordinado en el que intervienen entre 30 y 50 músculos y múltiples nervios craneales para garantizar que los alimentos y líquidos lleguen de forma segura al estómago. Sin embargo, en los adultos mayores frágiles, este mecanismo puede verse afectado debido a la sarcopenia deglutoria, una pérdida progresiva de masa y fuerza en la musculatura orofaríngea.
La disfagia no es solo una dificultad para tragar; también puede acelerar la progresión de la fragilidad al comprometer la nutrición, la hidratación y la función respiratoria. Detectarla a tiempo es fundamental para prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de los mayores.
La disfagia como indicador de fragilidad
Existen señales clave que pueden alertarnos sobre la relación entre fragilidad y disfagia:
✔ Pérdida de fuerza en los músculos de la deglución: La sarcopenia no solo afecta las extremidades, sino también la musculatura implicada en el proceso de tragar.
✔ Alta frecuencia en adultos mayores frágiles: Muchos adultos mayores presentan disfagia sin un diagnóstico claro, lo que contribuye a la pérdida de peso y el deterioro funcional.
Disfagia y su impacto en la fragilidad
Las consecuencias de la disfagia van más allá de la simple dificultad para comer y beber. Su impacto en la fragilidad es profundo:
🔹 Malnutrición y pérdida de peso: La dificultad para tragar reduce la ingesta de proteínas y nutrientes esenciales, acelerando la sarcopenia.
🔹 Deshidratación: El miedo a atragantarse disminuye el consumo de líquidos, aumentando el riesgo de fatiga, confusión y caídas.
🔹 Infecciones respiratorias: Un reflejo deglutorio ineficaz favorece la aspiración de alimentos, aumentando el riesgo de neumonía aspirativa.
🔹 Deterioro muscular y funcional: La falta de nutrientes afecta la velocidad de marcha y la independencia del adulto mayor.
🔹 Impacto emocional: Comer deja de ser un placer y se convierte en un problema, lo que genera ansiedad, depresión y aislamiento social.
Evaluación de la disfagia en pacientes frágiles
Desde el Servicio de Longevidad, podemos incluir en nuestros cribados una serie de preguntas clave para detectar signos de disfagia:
✅ ¿Ha notado dificultad para tragar ciertos alimentos o líquidos?
✅ ¿Tose o se atraganta al comer o beber?
✅ ¿Ha bajado de peso sin intentarlo en los últimos meses?
✅ ¿Siente que la comida se queda atrapada en la garganta?
Si el paciente presenta signos de disfagia, es fundamental derivarlo a un logopeda o médico rehabilitador para una evaluación detallada. En este sentido, existen centros especializados en disfagia, como la Clínica Rocío Vergara en Albacete, un referente en la evaluación y tratamiento de esta condición.
Intervenciones para mejorar la disfagia y prevenir la fragilidad
🔹 Ejercicios de fortalecimiento orofaríngeo para mejorar la musculatura de la deglución.
🔹 Adaptación de la alimentación con modificación de texturas y uso de espesantes para facilitar la ingesta.
🔹 Nutrición especializada, asegurando un adecuado aporte de proteínas y suplementos en caso necesario.
🔹 Higiene oral correcta para prevenir infecciones respiratorias y mejorar la salud bucal.
Conclusión
La disfagia no es un simple problema asociado al envejecimiento, sino una señal de alerta de fragilidad. Desde la farmacia y los servicios de cribado, podemos desempeñar un papel clave en su detección precoz, educando a los adultos mayores y facilitando la derivación a especialistas para mejorar su calidad de vida.
Referencias científicas
Si necesitas fuentes de referencia para respaldar la información, aquí tienes algunas publicaciones relevantes:
• Crespo, A. N., & Carrión, S. (2018). Sarcopenia deglutoria: una revisión de la literatura. Dysphagia, 33(4), 533-544.
• Baijens, L. W., Clavé, P., et al. (2016). European Society for Swallowing Disorders (ESSD) white paper on oropharyngeal dysphagia. Dysphagia, 31(3), 293-300.
• Martínez-Velilla, N., et al. (2022). Impact of dysphagia on malnutrition and frailty in older adults. Journal of Clinical Medicine, 11(4), 1035.