Aun no somos conscientes del problema que tenemos la sociedad a consecuencia de envejecer en un mal estado, y con esto no nos referimos a tener alguna enfermedad o varias enfermedades crónicas, nos referimos a ser frágil.
El deterioro funcional (físico y cognitivo) forma parte de la historia natural de la mayoría de las enfermedades crónicas, cuya frecuencia aumenta con la edad. Así, las enfermedades que producen mayor pérdida de salud en la población (enfermedades cardiovasculares, cáncer, depresión, enfermedades osteomusculares, enfermedad de Alzheimer) aumentan el riesgo de deterioro funcional. Este deterioro se manifiesta en forma de síndrome de la FRAGILIDAD y en la aparición de limitaciones en la agilidad, la movilidad y las actividades de la vida diaria. A su vez, este deterioro aumenta el riesgo de caídas, hospitalización e institucionalización, incrementa aún más el número y gravedad de las enfermedades crónicas y favorece la progresión del deterioro funcional.
En España el número de años vividos con discapacidad se ha duplicado en las últimas décadas, debido al aumento progresivo de personas mayores. Ya que le envejecimiento poblacional probablemente continuará en el futuro, la única forma de disminuir los años de discapacidad y aumentar los años de independencia para vivir con calidad de vida, es trabajar en la prevención y detección del síndrome de la fragilidad.
Según estudios realizados las consecuencias y los porcentajes de los años vividos con discapacidad en personas de 70 años o mas en España son:
–La alimentación y la nutrición del 4% de los años vividos con discapacidad.
–Exceso de peso 10% de años vividos con discapacidad.
–Hipertensión 7% de años vividos con discapacidad.
–Hipoglucemia 7% de años vividos con discapacidad.
–Una mala dieta aumenta el riesgo de padecer estos tres mismos factores que a su vez, conducen a las principales enfermedades crónicas.
¿Cómo podemos revertir el síndrome de la fragilidad y minimizar el deterioro funcional?
Con su detección. El indicador más fuerte de fragilidad es una velocidad de marcha lenta, una medición importantísima para detectar el síndrome y que se puede hacer de manera automática con el dispositivo Speed-Age. La medición queda registrada para realizar un seguimiento y poder ver la evolución en el tiempo. Una vez detectado el síndrome, lo más importante es «el tratamiento».
LA FRAGILIDAD TIENE TRATAMIENTO
hacer una revisión nutricional y en caso necesario, recomendar un suplemento protéico junto con la recomendación de actividad física puede frenar e incluso revertir el síndrome mejorando de manera significativa la calidad de vida del Adulto Mayor.
¿DE QUÉ HERRAMIENTAS DISPONEMOS PARA SU DETECCCIÓN?
Con el pasillo de marcha Speed-Age podemos realizar las siguientes mediciones y registros de forma automática:
VELOCIDAD DE MARCHA
ÍNDICE DE BARTHEL
SPPB
FORMACIÓN
Con la adquisición del dispositivo el centro recibe una formación específica sobre el síndrome de la fragilidad con un equipo multidisciplinar, utilización del software y recomendaciones de programas para tratar al Adulto Mayor Frágil, para de esta forma, ofrecer un servicio especializado.
Más información:
informacion@speed-age.es